Mi maestro Laban
Laban comenzó a trabajar intensamente sobre su notación de danza, la única cosa a la cual él fue absolutamente fiel y por la que luchó como Jacob con el ángel. Su sistema gimnástico basado en la función de las articulaciones y en la tensión y relajación de la musculatura del cuerpo humano fue el primer resultado de su investigación. Sus escalas de balanceo, por ese entonces correctamente definidas, fueron la base para su Teoría de la armonía del movimiento.
La primera de estas escalas consistía en cinco movimientos diferentes de balanceo que describían una espiral ascendente. La combinación orgánica de sus direcciones espaciales y sus cualidades naturales tridimensionales conducían al logro de una perfecta armonía.
Cada movimiento debía ser ejecutado una y otra vez hasta que pudiera ser controlado y pudiera analizarse y ser traducido y transformado en un símbolo adecuado.
Para señalar el valor dinámico de éstos movimientos él les ponía nombres tales como orgullo, alegría, cólera, etc. Los movimientos al ser repetidos infinitamente se volvieron más o menos mecánicos.
La filosofía de la danza moderna
Como la música, la danza es un lenguaje que todos los seres humanos entienden sin el uso de la palabra.
Como toda otra expresión artística, la danza presupone una respuesta vital elevada e intensa. Además, la respuesta elevada no tiene porque tener siempre un fondo de alegría. Pena, dolor, hasta horror y temor tienden a liberar los sentimientos acumulados del bailarín.
Hablamos del redescubrimiento y reconquista del cuerpo. Hoy en día no podemos negar la existencia de un culto definido a la “consciencia corporal”. El interés en el movimiento del cuerpo desde el deporte hasta el arte de la danza se ha despertado, penetrante y vital.
No debe ser materia de asombro o confusión decir que nuestra era técnica engendró nuestra danza-motivada.
Es la expresión rítmica en y hacia la vida lo que inculca dentro de los jóvenes de hoy una consciencia positiva sobre la danza. El uso de movimiento rítmico corporal como medio para la expresión artística se ha vuelto natural, y es tomado como así debe ser, por la consciencia de la danza de la gente de hoy…
La audiencia debe dejar que la danza la afecte emocionalmente y sin reservas. Shock, éxtasis, alegría, pena, la danza puede expresar todas estas emociones a través del movimiento. Pero la expresión sin la experiencia interior en la danza no tiene ningún valor.
En éstos últimos 20 años, particularmente en Alemania, ha tenido lugar un cambio definitivo en la danza, la modalidad corregida de la expresión de Terpsícore que designamos como “danza moderna” en oposición a la “danza clásica” o “ballet”.
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